Testimonio
Hola
mi nombre es Eduardo Fernández, tengo 28 años. Primeramente doy
gracias a Dios por la oportunidad de poder compartir con ustedes lo
que Dios a hecho en mi vida.
Nací
en Guadalajara, crecí sin conocer a Dios (esas palabras explican
todo) en mi adolescencia me envolví en pandillas, fui un egoísta,
buscaba mi propio bien, no me importaba el daño que me hacía a mi
mismo, a mi familia o a los demás, la verdad mi vida antes de Cristo
no fue nada agradable y no hay nada de lo cual pueda enorgullecerme.
Eran cosas que me conducían a la muerte. Pero ahora he sido librado
de la esclavitud del pecado, Dios me alcanzó y como dice en su
palabra, ahora puedo amarle sabiendo que el me amo primero (1Juan
4:19) me rescato de una vida sin esperanza y me dio una vida nueva.
A
los 24 años llegue al Rancho Poiema (Centro de Discipulado
Cristiano) sin intenciones de buscar a Dios, solo quería pasar un
tiempo allí y regresar a lo mismo. Recuerdo una noche donde Dios me
habló claramente a través de su palabra en 1 Pedro 1:14 fue su voz
diciéndome que fuera un hijo obediente y que no me conformara a los
deseos de este mundo. Dios me mostró como en un espejo quien era yo
realmente y la necesidad que tenia de un salvador. Comencé a ver de
una manera diferente mi vida, a sido un proceso por el cual Dios me a
llevado que no a sido sencillo, pero por nada podría cambiar lo que
ahora soy en Cristo, un hijo de Dios. En mi corazón comenzó un
deseo de ir al colegio bíblico para conocer mas a Dios, estuve
orando y al terminar mi tiempo en el rancho fui al Colegio Biblico Capilla Calvario Ensenada, en ese lugar aprendí a Procurar
con diligencia presentarme a Dios aprobado, como obrero que no tiene
de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad (2Tim2:15)
en ese tiempo tuve la oportunidad de aprender de su palabra y servir
en diferentes áreas, como viajes misioneros, alcances, evangelismo y
en la enseñanza, después de 2 años
me gradué. Siendo obediente al llamado que Dios había puesto en mi
corazón regrese al rancho por 7 meses, el lugar donde había
conocido a Dios, pero ahora como un líder para apoyar, ser de
bendición y animo para los hermanos.
Creo
sin duda que Dios sabe de que tenemos necesidad, es hermoso poder
compartir esta nueva vida con la mujer que Dios me trajo, mi amada esposa
Linda Fernández, la conocí en el colegio Bíblico, 10 meses después de graduarnos nos casamos el 28 de febrero en Capilla Calvario Rosarito, es la iglesia en la cual estamos sirviendo. Estamos
disfrutando el servir a Jesús juntos pues el es la razón de nuestra
vida, hemos decidido servirle con todo nuestro corazón y nuestras
fuerzas. Nos encanta estar en la mesa de bienvenida recibiendo a los
nuevos creyentes y animándoles a seguir asistiendo a la iglesia.
También apoyamos en el grupo de adolescentes, donde e tenido la
oportunidad de compartir la palabra en algunas ocasiones, los
domingos del siguiente mes estaré enseñando el mensaje de Jesús a las 7 iglesias en Apocalipsis. También estoy emocionado por comenzar mi segundo semestre de
plantación de iglesias en Colegio Bíblico Rosarito, que sera de
agosto a diciembre de este año.
Mi
esposa y yo hemos estado orando y pidiendo al Espíritu Santo que
nos guíe acerca de nuestro siguiente paso, donde Dios nos quiere
usar y es increíble como El nos a confirmado a través de su
palabra, en oración y del consejo de nuestros pastores y lideres, el
llamado que nos a dado de ir a Nicaragua, queremos ser de bendición
en aquel lugar y alcanzar al perdido. Sabemos que Dios ama a las
personas en Nicaragua. Por esa razón queremos ser parte de lo que
Dios va hacer en ese lugar, ir y ser de bendición, compartir el
evangelio y hacer discípulos. Apoyar completamente la visión que
Dios a dado a Jaime y Mónica Arista para Campo Gonia. He visto
personalmente como Dios a obrado, no solamente en mi vida, sino en
muchas vidas que han sido cambiadas al igual que familias restauradas
a través de la palabra de Dios y del poder del Espíritu Santo aquí
en México. Anhelo ser testigo de lo que Dios hará en las vidas de
las personas de Nicaragua.
Que
mas puedo decir, Dios es fiel, nunca para de sorprendernos, me
encanta Salmos 34:8 Gustad, y ved que es bueno Jehová; Dichoso el
hombre que confía en él.
Dios
les bendiga.
Eduardo
& Linda Fernández
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